viernes, 29 de julio de 2011

Ricardo Andrés Sánchez

Aprender Arquitectura

"El diálogo con la arquitectura solo llega después de un rato de silencio, de estar dentro y fuera de ella"..."Hay actividades en la vida que no son necesariamente de facilidades o dispocisiones sino de pura práctica (dibujo)".
"Los arquitectos deben saber dibujar porque la única manera de analizar y estudiar una pieza arquitectónica es cuando el lápiz la raya en un papel"
(Le Corbusier)

Samper, Germán 2011. La arquitectura no tiene prisa. Entrevista. Nota Uniandina No.35 (pag. 37).

La arquitectura requiere de varias vías para ser comprendida, analizada e interiorizada. Según Samper es esencial un ejercicio de experimentación y percepción, de ser y estar adentro y afuera del espacio arquitectónico de modo que se logre una comunión con el mismo, no obstante, Le Corbusier perfecciona este diálogo con el espacio por medio del ejercicio del trazado de sus formas, con las manos, el lápiz y el papel, ya que esta operación respalda y asegura la posibilidad de entender con certeza el espacio, conocerlo a profundidad y vislumbrar su globalidad.

14 comentarios:

  1. ¿A qué damos nombre de Arquitectura?

    "...Al hacer un proyecto arquitectónico, ¿cómo no se tienen en cuenta la belleza del sitio, la magnificencia de su luminosidad, la variedad de su vegetación, las formas naturales y sus materiales?(...) siluetas, transparencias, materiales pétreos y acuosos, la lluvia y el sol...los colores, los cambios de luz?(...)"

    Salmona, Rogelio. 2003. Entre la mariposa y elefante. Revista Número no. 63. (pag. 25)


    Rogelio nos enseña que la arquitectura como la configuración de un espacio, no es de entrada, una composición artificial de materia de construcción humana. Es principalmente, un conjunto de elementos naturales: luz, sombra, agua, tierra, aire, entorno geográfico y vegetal...Esa es la esencia fundamental de la arquitectura; luego y partiendo de estos elementos se entra a modificar el espacio para ser habitado, se adapta para morar, no haciendo una yuxtaposición de una estructura sobre el espacio desvinculada del mismo, sino adecuando una relación estrecha de las estructuras y espacios diseñados con el entorno en cuestión. De manera que la propuesta exalte los valores naturales de su contexto tornándose como un elemento en armonía y propio de él.

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  2. El espacio y la evolución del concepto de espacio.

    (Respecto al continuum espacio-tiempo) "...No existe un punto de vista único, ni un marco de referencia absoluto...". Albert Einstein.
    Villate Matiz, María Claudia. 2008. La razón como emoción. Forma, estructura y espacio en el edificio Pablo VI de Aníbal Moreno. Bogotá, UNAL. (El Espacio: Pág. 101).

    Esta pequeña frase resume una idea revolucionaria para la concepción de espacio que, hasta esa fecha, se venía dando sin mayores transformaciones desde los postulados platónicos y aristotélicos. Einstein une ambos conceptos, espacio y tiempo, y los fusiona en un solo estado continuum que da origen a la relatividad: cómo la concepción de ese estado se puede dar a manera de perspectiva cambiante y no de una verdad absoluta o de un conjunto unitario.
    Ahora, la comprensión del espacio arquitectónico y la teoría de la relatividad comparten una estrecha relación que permiten penetrar y recorrer, transformar las formas con el cambio de perspectivas y la contemplación mientras se da el paso del tiempo. El tiempo que entra a jugar un papel fundamental con las dinámicas de luz y clima y el espacio con su forma y características particulares; todos los elementos derivados de cada factor (espacio-tiempo) para configurar un estado particular, un momento -ser y estar aquí y ahora-. El recorrido es, en mi opinión, el elemento último y fundamental, el que por voluntad propia y no externa rompe o da continuidad a la experiencia, el generador del momentum, y que le otorga a la disposición de cada ser la manera en que se vive y se percibe la experiencia arquitectónica .

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  3. El espacio en arquitectura
    “En la actualidad se percibe un nuevo interés por la masa corpórea, por sus significados y mensajes, en mayor medida que el manifestado por el espacio… hay que tener en cuenta que la actitud del consumidor dependerá de la tipología exterior de la masa arquitectónica...”
    Van de Ven, Cornelis. 1981. El espacio en Arquitectura. Madrid, Cátedra. (conclusiones, pág. 317)

    Al día de hoy, por efecto de la globalización, la sociedad de consumo y la moda, se ha venido despreciando en arquitectura, principalmente por criterio y paradigmas conformados por las grandes masas, elementos que históricamente han sido objeto de minucioso apreciación, estudio y aplicación en la arquitectura, como lo es el espacio y la calidad del mismo. Así, la arquitectura a los ojos del mainstream se ha vuelto tan superficial como la sensación que proporciona una fachada bien ornamentada, obviando su contenido, la espacialidad y sus elementos de valor arquitectónico. Esto ha sido, seguramente, movido por valores económicos que buscan satisfacer el mercado de las buenas, cortas y primeras impresiones; “la masa corpórea” como se menciona en el texto, resulta ser el mensaje más conciso y rápido para el consumidor que busca transmitirse a una sociedad y a un mundo de apariencias, exaltando las envolturas y negando los contenidos internos.

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  5. El espacio en arquitectura

    “…el ser humano ha demostrado ser sumamente flexible en cuanto a la determinación de su espacio personal se refiere…(pero) Si el arquitecto viola estas reglas no escritas de distancia personal…el ambiente resultante provocará rechazo de sus usuarios.”

    Roth, Leland M. 1999. Entender la Arquitectura. Barcelona, Gustavo Gili. (“Deleite”: el espacio en la arquitectura. pág 57)

    Es interesante apreciar como particularmente la especie humana no se encuentra predispuesta genéticamente a manejar un código de aproximación entre sus individuos. A diferencia del resto de especies animales, ni por defecto ni por exceso, los seres humanos se relacionan en su espacialidad personal de cierta manera específica. Este tipo de conductas tiene una configuración que corresponde más a factores culturales y sociales, a las apreciaciones particulares de lo que significa el espacio personal, el cómo respetarlo y en torno a él, manejar un lenguaje de aproximación.
    Es primordial para el arquitecto tener en cuenta, sin embargo, que la disposición de espacios reducidos para el que se piensa habitar o permitir circular grandes grupos de gente generará, inevitablemente, ambientes incómodos de permanencia, y ciertamente, bajos niveles confort, calidad de vida y dignidad, especialmente en espacios diseñados para habitar.
    Este es el caso de las viviendas urbanas actuales, grandes conjuntos de edificaciones que disponen de pequeños espacios donde el habitar no existe, se vive y hasta se sobrevive dada la precariedad en la cantidad del espacio vital personal, esto sumado a los altos números de personas hacinadas en estos espacios; de nuevo pagando el precio de ser fichas de juego de la industria de la vivienda que busca, por encima de la ética y de la dignidad humana, el mayor beneficio económico posible.

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  6. A propósito de “Aprender arquitectura” y “El espacio en arquitectura”:

    “Porque la casa es nuestro rincón del mundo. Es –se ha dicho con frecuencia- nuestro primer universo. Es realmente un cosmos. Un cosmos en toda la acepción del término. Vista íntimamente, la vivienda más humilde ¿no es la más bella?...”
    “Aquí el espacio lo es todo, porque el tiempo no anima ya la memoria. La memoria -¡cosa extraña!- no registra la duración concreta…Es por el espacio, en el espacio donde encontramos esos bellos fósiles de duración concretados por largas estancias. El inconsciente reside.”

    Bachelard, Gaston. 1957. La Poética del Espacio. Primera edición en español, México 1965. (pag. 34 y 37).

    Por medio de la memoria, la evocación de los espacios vividos y las experiencias póstumas en relación con arquitectura, de ese modo se inicia su aprendizaje, a través de una construcción y reconstrucción empírica e histórica entre la relación del cuerpo y la mente con el espacio. Es, por tanto, la casa, el hogar –el o los primeros- el punto de referencia en la interpretación no solo del espacio y del habitar, sino del mundo en general. Los sentimientos, las sensaciones y las percepciones alimentan la conciencia y la intención sobre el espacio que se viene a buscar después a modo de una “cosmovisión” pero que posiblemente encuentra sus raíces en profundos contenidos inconscientes y que define una búsqueda, una búsqueda relacionada con el placer, el confort y la armonía. De ahí la casa como el cosmos, el referente de belleza, orden y bienestar, un referente que servirá de paradigma en el pensamiento y que coincide con las búsquedas particulares de cada ser humano, especialmente de los arquitectos.

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  7. El espacio en arquitectura.

    “So in ‘liberty of movement’ we must include not only real bodily movement but also the extension of that which we make in imagination.”

    “…architectural space is not to be described solely in terms of quantifiable distances between obstructions. It is the imaginative experience generated by the relationships of space which counts…”

    Sinclair, Gauldie. 1969. Architecture. The Apreciation of Arts I. London, Oxford University Press. (capítulo 7, The awarness of space, pág 66-83)

    Es digno y vigente de resaltar, y de tener en cuenta para la práctica de una comprensión espacial totalmente nueva, del espacio que para Sinclair es tomado finalmente, dejando de lado toda hipótesis o idea posterior en filosofía, como la libertad de movimiento. Ésta libertad no se limita a los alcances del movimiento corpóreo en un espacio o volumen determinado, abarca también, la libertad de movimiento de la mente a través del mismo: la imaginación. Para Sinclair el espacio sólo podrá ser espacio en la medida en que guarde una relación con el exterior, que se maneje una dinámica de continuidad “inside-outside”, esto es, el espacio permeable –el cuál se presta como una herramienta de trabajo para replantear nuestra relación con el ambiente, con eso que se encuentra en el exterior y que hasta hoy la arquitectura ha disociado tanto de nuestros planos inmediatos-. Esta “imaginación” de la que habla no es más que una sensibilización, una conciencia por el mismo, distintas sensaciones: curiosidad, apertura, levedad, realidad suspendida…no solo en sus dimensiones sino en las relaciones y conexiones que maneja el conjunto, entre sí y con el exterior. Todo esto con el fin de lograr una verdadera estética de la arquitectura que supere una fachada, un estilo de moda o unas formas determinadas y se sobrepase a la experiencia trascendental.
    Por último es esencial como necesario, tomar estos elementos que hacen parte de la reflexión del autor y aplicarlos a la arquitectura que se contempla y se compone en la meditación y ejercicio mental. ¿Qué sensaciones queremos generar sobre el espacio?, ¿cuáles relaciones se piensan modificar u originar, entre los habitantes, los espacios y entre ambos?, ¿cuál será la experiencia arquitectónica que se debe hacer para responder a la Historia?

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  8. “En fin, cuando el juicio sobre la concepción espacial de un edificio, sobre su volumetría y sobre sus aditamentos decorativos es positivo, entonces nos encontramos frente a las grandes e íntegras obras de arte, en cuya excelsa realidad colaboran los medios expresivos de todas las artes figurativas”.

    Zevi, Bruno.1978. Saber Ver la Arquitectura. Barcelona, Poseidón. (capítulo 2 pág. 31)

    Bruno Zevi expone una visión de arquitectura que difiere de una visión histórica de la misma, la arquitectura como una conjugación de artes, de ornamento con espacio y dinámicas espaciales, donde prevalece el espacio como elemento determinante en la forma de hacer y criticar arquitectura. Es, entonces, el espacio y su riqueza y no las artes pictóricas que pueda contener, como la escultura y la pintura, el factor configurador de arquitectura, arte que no se puede considerar como un conjunto sumado de lenguajes artísticos, sino más bien, como un lenguaje de trascendencia donde entran la vida y las actividades humanas a darle movimiento y a darle, valga la redundancia, vida a la obra.

    Como propone con anterioridad el autor, los juicios de valor sobre la arquitectura bien pueden estar fundamentados no en lo ‘bello’ o ‘feo’ como términos ambiguos de estética influida por factores sociales, económicos o culturales. Nada de eso. La belleza en arquitectura puede juzgarse en la medida en que esta nos ‘eleve’ o nos ‘repela’, en la manera en la que nos haga sentir: ya que está claro que nosotros, seres humanos, podemos desarrollar niveles de sensibilidad, por medio del hábito, que nos permitan comprender y juzgar el espacio de arquitectura dejando de lado tecnicismos y abriéndole paso a la calificación casi poética de la experiencia arquitectónica.

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  9. Ricardo, estas haciendo un excelente trabajo. Aprecio tu visión crítica y la calidad de tu escritura. Sigue participando cada semana en el blog y encuentra el eje de interés que sirva de estructura al trabajo escrito.
    AM

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  11. El espacio en las corrientes de pensamiento contemporáneas.

    “¿Buscas la flexibilidad? Pues continúa construyendo tus muros en piedra.”
    “La naturaleza soporta solo la verdad” (ambigüedad en el autor)

    Snozzi, Luigi. 1973-1975. Aforismos. Traducción libre de AM.Osorio,a partir de una conferencia en 2005. Accademia di Architettura di Mendrisio.

    Es interesante la manera en que estas dos frases de, al parecer Luigi Snozzi, se relacionan entre sí en el marco de una materia tan esencial y relevante en arquitectura como lo son las estructuras. Hoy en día se puede decir que en lo que a estructuras de edificaciones respecta no ha habido mayor evolución que hace doscientos años: Aún hoy se construye con los mismos sistemas en la búsqueda de una arquitectura rígida que todo lo venza, naturaleza, tiempo y actividades humanas. Los avances de la ciencia parecen no haberse concentrado en la búsqueda de nuevas formas de vivir, nuevas formas de habitar, ya que a pesar de todo lo que se conoce y que nos rodea como los climas, las dinámicas de la tierra, sismos, y la naturaleza en general, da la impresión que apropósito ignoramos la contradicción que yace en nuestras formas de vivir y construir, dándole la espalda a todo ese conocimiento científico en el que, paradójicamente, sustentamos y significamos nuestra vida.

    Con esto quiero llegar, retomando el término que Snozzi utiliza de “verdad” en la arquitectura, a que si es la naturaleza la jueza indiscutible de lo que es arquitectura verdadera y aquella que es falaz, indudablemente viviríamos en grandes conjuntos de mentiras, casas, edificios y ciudades, muchas que de hecho ya han sucumbido ante sus imposturas: edificios y ciudades de Japón, Chile, México, Perú, Estados Unidos, Colombia, Haití, el Pacífico Sur (y bien cualquier parte del mundo) etc. Por acción de terremotos, huracanes, tsunamis, inundaciones y cualquier fuerza destructiva de la naturaleza que se le parezca. Por eso debemos repensar radicalmente la arquitectura, especialmente la manera en que buscamos que se sostenga y se adapte a su entorno, y no de la manera abrasiva e impositora en la que aún se presenta.

    Para concluir, deseo hacer un llamado a la búsqueda de la flexibilidad. No sé en que medida la frase “¿Buscas la flexibilidad? Pues continúa construyendo tus muros en piedra” se presente como una crítica burlesca o un elogio a la construcción de muros de piedra (me inclino más por el lado sarcástico) o mejor dicho estructuras duras y permanentes en arquitectura, pero creo firmemente en que estamos en el punto en el cual no nos podemos permitir pensar que la vida como la forma de vivirla se plantee estancándose en la tierra y retando al porvenir, la arquitectura debe reconocerse en la humildad de emplazarse con delicadeza sobre el espacio, apropiándose de el en conexión y acoplamiento, como saliendo de la tierra y del aire al mismo tiempo, con el fin de no solo estar ahí, sino de ser parte de. Finalizo con una frase que considero pertinente para enriquecer esta reflexión: «Cuando una persona está viva, es blanda y flexible. Cuando está muerta, se vuelve dura y rígida. Cuando una planta está viva, es blanda y tierna. Cuando está muerta, se vuelve marchita y seca. Por ello, lo duro y lo rígido son compañeros de lo muerto: lo blando y lo flexible son compañeros de lo vivo. Así pues, un ejército poderoso tiende a caer por su propio peso, al igual que la madera seca está lista para el hacha. Lo grande y poderoso será colocado abajo; lo humilde y débil será honrado»
    Lao Tsé, Tao Te Ching, LXXVI.

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  12. “…el mayor cumplido que se me puede hacer no es que alguien venga y diga sobre un edificio que he hecho: “¡ajá, aquí has querido hacer una forma supercool!”, sino que todo encuentre su explicación en el uso. Éste sería para mí el más bello cumplido…creo que una expresión antigua aún más hermosa para referirse sea que las cosas llegan entonces a ser ellas mismas; son por ellas mismas, porque entonces son lo que quieren ser.”

    Zumthor, Peter. 2006. Atmósferas. Barcelona. Ed. Gustavo Gili. Pag.67.

    Me ha llamado en extremo la atención la manera en la que Zumthor atiende el tema de La Forma en arquitectura. ¡De qué manera más original!, de aquellos tantos arquitectos que he estudiado (o bien solo ojeado) Peter Zumthor hace parte de un grupo que no hace uso de la forma como herramienta principal a la hora de pensar y ejecutar arquitectura, nada de eso, la forma es el resultado de todo este proceso zigzagueante y complejo de producción y de diseño arquitectónico, y la medida de su belleza es vaticino de que el trabajo se ha hecho correctamente o no. En fin, lo que el arquitecto busca finalmente es la autenticidad de la arquitectura, que sea específica para lo que se ha propuesto y especialmente en la relación con su entorno, como preguntándole al entorno mismo qué es lo que desea para sí, o mejor dicho en qué se quiere convertir para que el elemento pueda ser parte de él.

    Esto deja claro cuáles son estos elementos que sí son relevantes para Zumthor, que hacen de su arquitectura una experiencia tan trascendental y conmovedora, precisamente los que enlistó en la conferencia y que tienen que ver más con la relación entre la persona y el espacio de arquitectura. Por mencionar algunos encontramos la luz, los objetos que se encuentran, la relación del interior con el exterior –llamada también “la tensión”-, la seducción, el sonido, la temperatura, el cuerpo material de la arquitectura etc.

    Me encuentro muy de acuerdo con él y afín a su manera de ver la arquitectura, que, finalmente, es también una forma de ver el mundo. La arquitectura debe buscar jugar con la experiencia y nutrirla; no es de su correspondencia llenarse de curvas turbulentas ni de ángulos insostenibles si estos no tienen más fin que el de asombrar ingenuamente a un espectador que ni siquiera pueda vivirlas como espacio, tampoco la idea es convertir el edificio en una estructura que se limite solo a funcionar, a servir, y que lo que no tenga una función esencial y concreta está descartado. No. Ni los humanos ni la arquitectura, de ningún modo, son robots. Detesto pensarme como un autómata en el espacio, dónde tenga que cumplir una tarea y evacuar tan pronto termine. Así mismo me disgusta pensar cómo el espacio se convierte en una máquina de usos únicos y para otras disposiciones sea obsoleto. Eso es excluyente. A veces solo quiero poder encontrar un espacio tan trascendental y significativo, tan sustancial, que lo único que tenga que hacer sea no hacer nada.

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  13. Evaluación del trabajo escrito:
    - Tu trabajo sigue siendo excelente.
    - Como no entregaste la versión anterior no pude evaluarlo a partir de los avances hechos de acuerdo a las sugerencias.
    - Los bocetos son muy buenos y además tienen un título relacionado con el lugar dibujado y el tema de interés, aunque en algunos casos la relación no es tan evidente con los temas desarrollados en la parte del texto donde los incluyes.
    AM

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  14. Blog: Aprecio tu visión crítica, la escritura cuidadosa (incluso poética) y la permanente búsqueda. Adopta este ejercicio de manera cotidiana y tu obra arquitectónica quedará plasmada de manera contundente, no solo en el espacio sino en la literatura.
    (Hizo falta el cometario a la salida de estudio)
    AM

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